- Servicio, Liderazgo Y Espiritualidad... ¿Son Cosas Importantes?

BITÁCORA DE LA TIERRA Del 28 De ENERO De 2009

Por Celia Fenn


Imagen de Jean-Luc Bozzoli en www.eyewithin.com


Traducción: Paloma Fernández. paloma@starchildglobal.com

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28 DE ENERO.... SERVICIO, LIDERAZGO Y ESPIRITUALIDAD... ¿SON COSAS IMPORTANTES?


Bien, allá voy de nuevo con este tema que, ahora mismo, no parece querer dejarnos. Es bastante raro, pero parece que es obligado hacer referencia a ello, ya que Obama está sacándolo a la superficie. Creo que estamos experimentando una profunda sanación de la mente colectiva en lo relativo a cuestiones de servicio, liderazgo y, cómo no, espiritualidad. Porque, en nuestras vidas, estas cuestiones están estrechamente interconectadas, y porque lo que pasa en EE. UU. tiende a reverberar en todo el mundo occidental.


Empecemos pues por la mente Americana y las cuestiones de liderazgo que Obama está despertando en la gente. Veo que los americanos espiritualmente conscientes tienen dos tipos de respuesta frente a Obama. Una es una especie de benévola idealización, en virtud de la cual le consideran una especie de Mesías. La otra, desde el polo opuesto, lo contempla con seria suspicacia y no ve en él más que una continuación de viejas y oscuras usanzas. Creo que David Icke ya ha “demostrado” que Obama trabaja para el “lado oscuro”.


Por mi parte, señalaré que aquí la cuestión radica en nuestra visión del poder y el liderazgo, así como en la sanación de las profundas heridas sufridas por la mente americana, que se remontan a Nixon y el Watergate. En aquella oportunidad se logró que el líder, declarado culpable por su corrupción y falta de honradez, fuera expulsado del poder. Desgraciadamente, esto no afectó sólo a Nixon, sino que, además, creó un patrón de paranoia y de falta de confianza en los políticos que, desde entonces, ha venido persiguiendo a prácticamente todos los presidentes. Parece haber surgido una cultura de políticos exclusivamente interesados en el poder político más altamente destructivo, en el cual la agresividad y la oposición a las personas en el poder se ponen en marcha en cuanto no nos gustan, o bien los sacralizamos si lo hacen. Todo esto es escenificado mediáticamente, y la gente adopta sus posturas de acuerdo a lo que “parece” ir más acorde con su punto de vista político y espiritual más acostumbrado.


Así que ahora me llegan correos de personas que asumen que, debido a que escribo sobre Obama en términos positivos, debo pertenecer al bando idólatra. Lo siento, pero no es así. Como espectadora externa, considero que Obama es un líder dotado y capaz, la mejor elección que América podría haber hecho ahora mismo. Por supuesto, él representa un cambio de rumbo significativo. ¿Cuándo fue la última vez que el pueblo americano eligió a un líder de color con todo un historial de servicio comunitario? ¡Eso sólo puede albergar una gran esperanza de que haya un cambio significativo! Pero soy de la opinión de que a un líder se lo juzga por su desempeño, y Obama todavía está por empezar. Todavía no lleva un mes, es demasiado pronto para emitir juicios de ninguna clase acerca de su capacidad de liderazgo como presidente o lo que la misma pudiera conllevar. Por supuesto, ahí está su trayectoria, muy positiva, y su trabajo comunitario, que apuntan a que, verdaderamente, podría ser un buen y capacitado líder. Un líder capaz de conducir América a través del portal de 2012.


¿Por qué esto es tan importante? Bien, anoche estuve hablando por teléfono con mi compañero espiritual y él me recordaba que 2012 será la culminación de los cambios significativos que ahora mismo estamos atravesando. Estamos recreando el planeta como una Nueva Tierra, y los cambios que ahora estamos haciendo serán los que determinen si el planeta en su conjunto tendrá una frecuencia lo suficientemente alta para atravesar ese “Portal”. Personalmente creo que todas las personas que hoy están vivas tienen la oportunidad de dar ese paso, y que las elecciones que hagamos ahora serán cruciales para elevar la frecuencia global lo suficiente para hacer de ésta una Nueva Tierra para todos.


Pero, en esta fase del “Ahora”, todavía seguimos sanando las heridas del Watergate, las de Vietnam... y todos los demás “shocks” que ingresaron a la mente de la “superpotencia” cuando iniciamos el gran salto allá en los setenta. Ahora que estamos redescubriendo que, a fin de mantener saludables nuestros cuerpos, tenemos que producir alimentos como “antaño”, con respeto por el agua y el suelo, estamos descubriendo también que tenemos que edificar nuestra comunidad con respeto por el liderazgo, a fin de que nuestro cuerpo social se mantenga sano y viable. Los tremendos cambios tecnológicos y sociales por los que hemos atravesado como colectivo, nos han dejado en un estado de “estrés postraumático”, mientras seguimos esforzándonos además por ponernos al tanto de qué y quiénes somos ahora. Además, aprender a confiar en nuestro liderazgo colectivo y a trabajar con él, manteniendo el compromiso con las normativas legales, es lo que determinará si podremos elevar la frecuencia de nuestra sociedad y de nuestra existencia colectiva. Pero deberemos liberar la paranoia y la desconfianza, y estar preparados para servir y para apoyar a los que sirven.


Cuando podamos creer en nuestro liderazgo, confiaremos en el líder que hay en nuestro interior. Cuando podamos servir a los demás, empezaremos a confiar en los que nos sirven a nosotros. Porque dejará de tratarse de un “juego” de medios y políticos para pasar a formar parte de nuestras vidas y de nuestro servicio espiritual. Y tal vez, cuando podamos confiar lo suficiente en nosotros mismos y en nuestra Divinidad y nuestra Luz interior, dejaremos de mirar al cielo esperando que éste nos envíe algún redentor que nos salve y empezaremos a confiar en nuestra propia e innata esencia espiritual y a creer que, de verdad, “nosotros somos los que hemos estado esperando”. Todos nosotros, no sólo Barack Obama y el Dalai Lama... sino cada uno de los que estamos actualmente en el planeta.


No es fácil... y sólo para mostrarles lo que quiero decir, me gustaría compartir con ustedes algo de mi propia experiencia con el liderazgo comunitario y el poder político. La primera vez que me involucré con la comunidad a la que ayudo, entré en un grupo que parecía estar formado por gente con elevados ideales: ecología, sostenibilidad y desarrollo comunitario. Asistí a algunas de sus reuniones y me gustó lo que oí. Pero, por desgracia, eso fue todo lo lejos que llegó. Hubo montones y más montones de conversaciones dándole vueltas a las cosas, pero muy poco tangible que mostrar a cambio de tanta charla. Hubo casos de apropiación indebida de dinero y búsqueda de responsables. “Lo de siempre”. Tiempo después, como propuse nuevos proyectos, me convertí en el centro de una lucha interna de poder. Me consideraban una recién llegada, y creían que tenía mis propios “objetivos” que eran, obviamente, enriquecerme, ya que este grupo en particular tenía ese fin. Así que empezaron a oponerse y a obstaculizar todas mis propuestas. El culmen se produjo cuando decidí trabajar en la creación de una huerta para el comedor comunitario al que apoyaba en aquel momento. Pedí que se hiciese un plan de trabajo a seguir y un reparto de tareas para que pudiésemos coordinar nuestros esfuerzos. La respuesta fue que lo que yo estaba intentando era controlarlos y se opusieron a cooperar. La huerta no se materializó y, después de tanta “charla”, la comunidad se quedó sin nada. En ese momento me fui y empecé a trabajar en un proyecto independiente con mi actual coordinadora.


Me sentí consternada viendo tanto tiempo perdido en luchas de poder y en discursos y zancadillas egoicas protagonizadas por personas que se consideraban a sí mismas líderes comunitarios. Las ideas de “servicio” y de “responsabilidad” se rindieron al dinero, el ego y el poder. Además parece que, en nuestra vida política y comunitaria, seguimos en las mismas. En una vibración muy baja. Pero nos quedan pocos años para elevar la unicidad y la ayuda comunitaria hasta un nuevo nivel. Y sí...irrumpe Barack Obama.....un líder mundial. No creo que sea trabajo de Obama resolver todos los problemas que tiene América. Sin embargo, si puede infundir una nueva ética de consciencia y de solidaridad comunitaria en la mente americana, y si puede sanar la desconfianza y la paranoia de manera que la gente pueda confiar en él y trabajar con él, habrá generado un cambio enorme y una gran sanación que nos beneficiarán a todos. Eso es lo que espero de Obama, estos son sus principales antecedentes. Y esto creará una plataforma para una frecuencia superior de gobierno y de liderazgo.


Y el motivo por el que esto debe importarnos es que nosotros, como Trabajadores de la Luz, estamos aquí para apoyar la elevación de frecuencia de la conciencia en nuestro avance hacia 2012. Podemos hacerlo mediante el liderazgo y el servicio que ofrezcamos a nuestra comunidad y mediante el ejemplo que demos. ¿Seguiremos con el poder y la política de dualidad de baja frecuencia, o empezaremos a ayudar a crear una sociedad en la que podamos vivir y experimentar la verdadera naturaleza del “uno” en el seno de nuestro colectivo? Y eso no significa que todos estemos a punto de caer en un mundo dominado por América, en el inmenso campo de reclusión que algunos aventuran. La naturaleza de la “unicidad” siempre es la diversidad y la multiplicidad, porque la Ley del Uno se compone de las Leyes de “el Uno y los Muchos” y “Los Muchos y el Uno”, expresiones complejas de la familia álmica y de la diversidad en el seno de la Expresión Divina de la Totalidad de la Vida en la Tierra.


Es importante porque estamos cambiando de un día para otro, y estamos aprendiendo a expresar quienes somos de maneras nuevas. Ahora, hasta nuestros conocimientos y creencias espirituales están cambiando, estamos aceptando quienes somos como “Maestros de la Luz” y cocreadores de nuestro propio destino aquí en la Tierra. Es lo que elegimos venir a experimentar aquí en este tiempo.


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